miércoles, 5 de marzo de 2014
¿Y tú?
Posiblemente no os interese, pero una de las carreras que estudio es Periodismo. Por eso cree este blog. La otra es Audiovisuales. Por eso escribo la entrada de hoy. (Comentarios sobre lo ''moderna de mierda'' que soy a parte por favor).
Todo empieza porque hace unas semanas a mi profesor de Fundamentos de la Publicidad se le ocurrió la increíble y ``maravillosa'' idea/ putada de mandarnos grabar un anuncio en el que debemos vendernos a nosotros mismos. Lo de que soy una preciosidad se sobreentiende y hablar de ellos sería redundante (if you know what i mean). Pero ¿que pasa con la personalidad? ¿con lo que me define? ¿con lo que hace que finalmente te acabes llevando el producto a casa?. En resumen, ¿quién soy en verdad? ¿qué soy?
Cuando se trata de hablar de uno mismo la cosa se complica, a ninguno nos gusta que nos obliguen a subir al escenario para mirarnos en un millón de espejos. Lo que sucede al final es que te das cuenta de que no sabes muy bien cómo definirte.¿Quién soy? ¿Quiénes somos en realidad cada uno de nosotros?.
Dos cigarros y un par de poemas después esto fue todo lo que pude sacar como conclusión:
Somos el reflejo de nosotros mismos,
todo lo que creemos llegar a ser aunque al final nunca acabemos de serlo
llevamos una máscara constante a modo de escudo a la que solemos llamar PERSONALIDAD.
Por otro lado tenemos un carácter,
nos gusta ir de duros, de comprensivos, de modernos...
Pero y si al final lo importante no es en lo que nos convertimos, en lo que nos hacemos;
sino más bien en lo que nos dejamos deshacer
Algún día nos daremos cuenta de que ese afán por ``agradar'' lo único que consigue es destruirnos por dentro. Cometemos el error de intentar definirnos a través de lo que opinan vidas ajenas y aún tenemos el valor de soltar frases del estilo ``Hago tal cosa porque no lo puedo evitar. Soy así''. ¿Así cómo? que obsesión por cambiarle el nombre a las cosas.
Se nos llena la boca hablando de lo que somos, sin darnos cuenta de que en verdad solo estamos hablando de lo que hacemos. Y creerme la distancia entre ambas cosa daría para escribir otra entrada más. El caso es que buscamos el continuo reconocimiento, lo que es absurdo porque que alguien piense que eres esto o lo otro no te convierte en ello; al fin y al cabo vivimos en una sociedad que asienta sus cimientos en el individualismos. Eso al menos tendréis que reconocérmelo.
Smartphones, conversaciones banales y cruces en plena calle en los que no sabes si lo correcto es decir ``hola'' o ``adiós'', en eso nos hemos convertido. Zombies de los demás , de las vidas ajenas, ansiosos por juzgar y cagándonos encima ante la idea de ser juzgados . Twitter, Facebook ,Instragram... No agachéis la cabeza que no os juzgo, que yo también lo hago. Estamos tan alienados, tan sumamente indefinidos. Hemos dejado de ser animales sociales y racionales. Tantos años de psicología echados a perder en unos pocos. Exactamente en los mismos que tardó en aparecer Apple.
Es la búsqueda constante del tesoro, de que alguien venga a ponernos esa pegatina brillante en la frente que indique que estamos haciendo las cosas bien. Nos gusta ir por la vida de sobrados cuando en realidad somos tan inseguros que no nos vale con nuestra propia aprobación. Tú que deberías quererte a ti mismo por encima de todo lo demás. De todas formas, puede que sea una de las cualidades que se adquieren de forma innata por haber nacido en España.
No me excluyo de nada de lo dicho. Creerme verme reflejada en ello me duele 5 veces más que a vosotros. Qué coño, en el fondo soy yo la que lo está escribiendo ¿no?
Mis hermanos, la primera vez que vi una película de Star Wars, la música que escucho, mi madre que besa como nadie las heridas, mi padre que sabe como apretar sin ahogar, mi coche, mi ropa, el color de mi pelo, mis amigos, los trabajos que he tenido y los que tendré, como tomo el café, mi infancia, la gente que he perdido, mi autoestima, la primera vez que hice el amor, las historias que me llevo de los bares, libros de poesía, Gloria Fuertes, el circo, viajes, conciertos, borracheras, el primer cigarro que fumé, la primera cerveza, los cuentos que me contaban y que aún me cuento antes de irme a dormir, la primera vez que vi el mar, esperar con la boca abierta a que caiga con copo de nieve, futuro, cicatrices, besos, un accidente, mi viaje a Amsterdam, cuando me rapé el pelo, tatuajes, vello púbico, mi primer chico, mi primera chica, mis paranoias, mis objetivos, los escritores que admiro, mi opinión sobre ellos, política, religión,las noches de Reyes, mis historias, mis movidas, mi vida, mis decisiones...
¿Son muchas cosas verdad? pues aun así ninguna de ellas acaba de definirme.
¿ Y vosotros? ¿en qué espejo os miráis?
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