'Quiero morir en el preciso instante que lo diga una chica'
Maricas (Los Punsetes)
Yo también sé que me estoy destruyendo.
Que tengo insomnio, hambre y todos los domingos muero de sed.
Es mi propia piel la que arrastro.
Una bolsa repleta de huesos
y aún así el único lastre que cargo es el de vuestros prejuicios.
Tengo el cuerpo compuesto por un 65% cafeína y cebada
destilada por los vapores del tabaco.
No recuerdo la última vez que me bebí un vaso entero de agua.
Tengo migrañas y 7 años sin dormir
que no se atreven a testificar en contra del cuerpo si golpeo la lona.
Creo que de momentos así nacen los cínicos, no todo el dolor es físico;
pero no espero irme sin antes haberme roto algún hueso.
Náuseas.
El cuerpo forzándose en expulsar el barro que se cuela por las grietas.
Estoy vacía y ni siquiera tragándome las 30 monedas de plata, os concedería un deseo.
Entiendo que matarse no es vida pero llorar por uno mismo es otra forma de seguir creciendo.
Estoy dispuesta a romperme todas las costillas para comprobar si el corazón sigue latiendo.
Polvo soy y pediré que os lo soplen en los ojos.
Gracias por las condolencias pero no me traigas flores;
porque en mi hambre mando yo, en mi sed mando yo, en mis miedos mando yo
y en mi dolor...
dependo del que estéis deseando infligirme.
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