domingo, 5 de mayo de 2013

Bangarang


No quiero un adosado con perrito incluido donde poder tener un par de niños malcriados. Quiero una habitación sin paredes en la que siempre sea Verano.Una habitación llena de finas pompas de jabón cargadas de luz entre las que poder bailar.Maletas repletas de libros y un gran ventanal por el que el Sol pueda quemarme las pestañas.Una casa de cartón sin cortinas que este cerca del lugar donde mueren los claveles.

Ven, amueblemos nuestro vació y limpiemos las pelusas de las cicatrices. Guárdame una esquina en la que se pueda hablar de sexo y una pared que pueda garabatear con pequeños corazones asimétricos.Si dejamos espacio en la cama quizá vengan a jugar con nosotros las estrellas.

Tengo un máster de huidas del convencionalismo y aún guardo el corazón en la guantera.Porque sí, porque me gusta hacerme la dura contigo y en nuestra última película de miedo me vomitabas todas las mariposas a la cara en un te quiero; y eso si que no.

No refunfuñes, deja que te tape los ojos porque has cruzado la fina frontera de la habitación de mis secretos.

1 comentario:

  1. En esta entrada, has dejado pasar una claridad de quietud enamorada, que hace distinto cada párrafo en su armonía.
    Tantas veces, tantos, hemos soñado tanto , la casa, habitación y cama que nos dibujas con toda la luz de tu estilo directo y limpio, que no resistimos la tentación prudente de pasearnos por todas sus esquinas.
    Vemos una casa –pues asi la soñamos además para nosotros-, llena de dulces miradas, y suspiros serenos de lenguaje común. Morada que abraza cada dia con pasión adolescente a los que la habitan, y les recuerda una eternidad de mágicos momentos aun en el camino.
    Y de testigos, ….. cuadros evocadores, guardianes de claves y secretos, que en lo mas reservado de la noche salen de sus marcos para pasear sin prisa…
    Casa con la obligación de tener una habitación como la que dices, que nunca se rompiera por el dolor de una jornada. Que, como aquellos adornos infantiles plenos de fluido y nieve, al agitarla nos invitara a soñar sin dejar de mirarla.
    Y una cama refugio de pensamiento y amada compañía. Lugar de mundos abiertos , altar de gemidos y de la mas calida de las sonrisas. (Cama en la que no van a jugar las estrellas, tantas veces invitadas, o los mil soles nocturnos, compañeros de la idea, no merece ser tenida …ni pensada).
    Y en dulce silencio, complice y amable, te dejamos los lectores que guies a quien tapaste los ojos y con quien compartiras tus secretos.
    Descuida, Smurf. Cerraremos la puerta de la calle, al salir. Y no se lo diremos a nadie.

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