jueves, 21 de noviembre de 2013
Puntos suspensivos
La última copa de Baudelaire, el contrato del alma de Fausto, el primer beso de Becquer, un mapa de Macondo, el delantal de Alicia, el pendiente de Shakespeare, un tornillo de Frankestein, las botas de Alatriste, el nombre Capuleto, el camisón de Doña Inés...
Todos esos fragmentos, toda la tradición, la cultura y la historia que llevamos cada uno dentro sin saberlo. El Arte que respiramos, que parece rodearnos, que viene a jugar con nosotros. En el fondo todos tenemos una corteza dura y de cuero por fuera y mil historia sin leer por dentro.Somos los eternos libros inacabados y sin embargo también somos los más completos.Almacenamos tantas tendencias, tantos estilos, tantos escenarios, tantos personajes, tantos versos que son dignos incluso de un Premio Nobel.
Hay veces en las que creo que me gustaría conocer a todas las personas del Mundo, escuchar sus historias y de algún modo tomarlas prestadas y contárselas a los demás ,como si convirtiera pequeñas partes de mi en ejemplares de segunda mano de ellos.
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