miércoles, 10 de octubre de 2012

PROXIMA ESTACIÓN...



Agosto,el calor la de Madrid la abrasa.Se enciende un cigarro de marca griega mientras espera que pase el Metro.Se hace un moño y se coloca sus gafas de sol.Da un calada,consume el tiempo.

Un familiar ruido la avisa de que llega el Metro,de manera desgarbada se re coloca la ropa mientras se abren las puertas de sus futuros planes.Bullicio,demasiado bullicio en el Metro,niños que chillas,acentos...Una conversación capta su atención,dos niñas de unos catorce años demasiado maquilladas en un patético intento de parecer mayores charlan con la boca  boba de una tercera chica que no esta presente.La critican,se ríen de ella por  tener  una personalidad de las que al parecer ellas carecen.

Todo esto la pone de mal humor,la entran ganas de chillarlas, de decirlas que si ellas son tan ``guays´´ vayan y se lo digan a la cara,la sociedad da asco...ya no quiere seguir escuchando,no quiere mirar más a la cara al decadente mundo que se está creando,rebusca en su bolso y saca unos pequeños cascos unidos a un ipod, PLAY, en sus oídos comienzan a retumbar los acordes de Crazy Train, una sonrisa se impone como estandarte de su rostro, la trae recuerdos, recuerdos agridulces pero que vale la pena saborear...Le recuerda a él, a cuando aún se querían, a sus tardes tontas en el retiro mientras los acordes rasgaban el aire.

Las puertas del Metro se abren e inmediatamente capta su atención.Es alto,desgarbado y lleva una destrozada camiseta de Joy Division  ,levanta la vista y unos ojos azules se clavan el los suyos, le sonríe educadamente, con algo de timidez.Vuelve a bajar la vista,pero algo la incita a mirar,y cada vez que lo hace se encuentra con esos fríos ojos que parecen mirarla divertidos.

Por  su mente cruza estúpidamente una frase que leyó en una revista  y que decía que no eras de Madrid si no te habías enamorado alguna vez en el Metro, pero ella sabía  que aquello no era amor, era puro deseo carnal,tan lujurioso que sintió que sus pulsaciones podían destrozarla por dentro si  no se sacudía de encima tales fantasías.

Una estridente voz que anunciaba la próxima estación la sacó de sus pensamientos,sin darse cuenta se había quedado mirando fijamente a aquel extraño desconocido,aliviada se dio cuenta de que ya estaba en su parada,asique tragandose la vergüenza se acercó a la puerta preparada para salir apresuradamente y pasar el mal trago.

Cuando ya se acercaba a las escaleras alguien tiró de la parte trasera de su camiseta, se dio la vuelta sorprendida y ahí esta él riéndose,ella le soltó un tímido hola  y él por respuesta le entrego un pequeño pedazo de papel.En el ponía:

``Aquí  tienes mi número por si quieres que hagamos algo más que mirarnos,tu desconocido´´