jueves, 19 de marzo de 2015

Vamos a no dejarnos nunca de tonterías

Intento entenderte,
 porque yo también me escondo,
también pasé hambre y no se lo dije a mis padres, 
yo también he hecho daño y mis heridas también sangran, 
pero tengo una piel de mierda que cicatriza tarde.
Yo también...tampoco sé qué hacer y en un segundo me lleno de mierda otra vez 
y yo también me bloqueo.

Patty de Frutos- Intento entenderte

¿Sabéis qué? que yo también.
Yo también tengo ojos de lupa
y me he suicidado más de una vez frente al espejo del baño.
Yo también me he contado defectos antes de irme a dormir
y me he empapado en lágrimas en vez de en besos de buenas noches.

Yo también me hago pequeña
y siento vergüenza si me miran.
Yo también he surcado con el dedo
las pequeñas cordilleras de mis piernas
y los ríos de mis pechos.

Que a mi también me han dicho que las mujeres no se visten así,
que las mujeres no se sientan asa.
Que no encorve la espalda,
que no me siente como los indios,
que no toque la comida con las manos,
que no sople la espuma de la cerveza.

Yo también.
Yo también me he probado el armario entero,
me he cambiado mil veces el pelo
y he intentado aprender a sonreír sin enseñar ese diente
más adelantado que el resto
que ahora me gusta tanto.

Yo también me reído de mi misma
y he llorado cuando eran otros los que lo hacían.

Que yo también bajo la vista si me echan un piropo
y la he bajado todavía más cuando mi vestido
era el que tenía más caderas de la fiesta.

Yo también me agarro lo pechos y la vida,
uso sujetadores con relleno
y pantalones una talla más pequeños.

Que yo tampoco me atrevo a veces a ponerme frente al espejo.

Pero yo también soy mujer
y tengo brazos cueva
y manos alas de huracán.

Yo también me he subido a unos tacones
y me he comido el mundo
y me he calzado mis deportivas más viejas
y me he comido la ciudad.

Yo también enciendo las luces para hacer el amor
y cierro los ojos para dar un beso.

Yo también me dejo acariciar,
doy la mano,
sonrío a los desconocidos (y lo que surja)
y duermo abrazada si me dejan.

Yo también soy un universo en expansión,
unas manos llenas de flores,
un ombligo de resurrección.

Yo también soy la manzana,
una costilla
y un paraíso de rizos
donde se juntan mis vértices
y los de la Tierra.

Que yo también soy mujer
y cualquier día nos va(n)mos a querer tal y como somos
y no vamos a saber que hacer.

jueves, 12 de marzo de 2015

Ver para crecer


Todas las canciones lentas llevan tu nombre y no veas como duele.

Eres el diente de leche al borde del precipicio
que no puedo dejar de tocar y si tú caes,
caemos los dos.

Tírate cuando quieras
pero quiero que sepas que antes de ti
me habría tirado a todos.
Que antes de ti,
ya me había tirado a todos.

Me preguntas por cuarta vez que por qué no me he dormido aún
y me entran ganas de usar tu corazón de cenicero.

Me llamas mentirosa
y mi mano se queda a medio camino
entre el bofetón y la caricia,

Cuando te conocí dijiste que me echarías de menos si no me conocieras
y ojalá haber sido por una vez la que se va.

Castigada entre tu espalda y la pared.
Breve pero intenso,
esas dos palabras resumen toda mi biografía.

Has sido el accidente de tráfico
en el que mueren todos mis rehenes.
Supongo pensé que podría controlar las ganas por una vez
y acabó pasándome lo mismo que con el tabaco,
se me fue de las manos,
 a las tuyas aferradas en mi pecho.

Dejamos salir el pájaro de la jaula solamente para enterrarlo vivo.

Yo me quedo con las promesas, tú quédate con el miedo.

No me merezco,
igual los dos tendríamos que pedirme perdón.

Desde tan lejos tienes una sonrisa preciosa,
demasiado para que sea cierta.

Quería vomitarte versos hasta que te dieran arcadas.
Ojalá entendieras todo esto,
puede que te lo deje de testamento,
Puede que yo misma necesite volver a leerlo
para comprender que ya no es un poema,
sino una orden de alejamiento.