martes, 30 de septiembre de 2014

Tía, chat ya


La pena no se crea, sólo te destruye.
Se te agarra a la cabeza para dejarte a corazón descubierto,
exterioriza los sentimientos
y te impide comunicarte porque por dentro estás chillando.

No me ahogo en un vaso de agua,
sino en cada charco de gris.
No hago montañas de granos de arena,
que ya hay suficientes acantilados desde los que asomarse.

Debería haberme bajado en Atocha,
debería haberme quedado en Madrid.

Necesito un abrazo que acabe en amistad,
un poeta de guardia,
un día que desde el principio no sea flojo.

''Todo va bien'',
repetirlo no lo hace más real.
Las flores de máquina expendedora
nunca olerán a primavera.

Soy una débil,
soy un alien,
soy una yonki emocional.

O igual simplemente, al igual que Nietzsche, sólo soy humana.
Demasiado humana


jueves, 25 de septiembre de 2014

Escritura creativa


Reglas y/o consejos básicos para escribir y/o hacer el amor bien:

1. Mantén tu mano siempre en movimiento
2. Pierde el control
3. Se específico
4. No te preocupes por el vocabulario
5. Evita ponerte escatológico
6. No abuses de las expresiones ni de los signos de exclamación
7. Se sincero con los demás y contigo mismo
8. Coge aire cuando sea necesario
9. Innovar es siempre buena idea
10. Busca una postura en la que te encuentres relajado y cómodo
11. Si te quedas sin ideas siempre puedes buscar la opinión y el consejo del resto
12. Cuidado con las distracciones
13. Ve a por la yugular
14. Y sobre todo: DISFRUTA

martes, 16 de septiembre de 2014

No es sólo mirar, es entender


Te cuento, ya nos habíamos visto antes
éramos lo mismo, el reflejo de un tú.
Ahora llevo una ciudad en la piel
y una nacionalidad sobre los hombros.

Deberían dejar incluir en el currículum
todos aquellos idiomas en los que sé expresarme mejor que hablar.
No recuerdo cuándo los monosílabos van tildados en español
mucho menos voy a ser capaz de recordar toda la letra de una canción extranjera.
Me justifico, soy humana
no el punto sobre la i.

Me llamo por el nombre  de todos los anónimos del mundo.
De todos los anónimos aún de mi vida.
Ahora mismo, no sé lo que quiero.
No juzgo, porque soltar aligera el vuelo
y sigo creyendo en el karma.

No debo creer en Dios porque a diferencia de Él
no me han dejado que me siente a descansar.

El calendario se arranca solo las páginas,
nos colapsamos ante la simple mención del paso del tiempo.
Calculamos mal.

Siempre intento hablar de mí,
del mí de verdad.
Pero acabo hablando con vosotros.
Se me olvida que nada de lo que se escribe aquí
es para uno.

Pido perdón y la palabra también
para haceros saber que si estáis huyendo de algo
yo soy la dirección equivocada.

Hacer paso por tu vida haciéndote daño.
De cobardes es no temblar a veces,
no saber llorar,
cambiar a diario el hombro sobre el que hacerlo.

No tener heridas,
dejarse cicatrizar,
perder las fuerzas para seguir sangrando.

A veces la realidad es la mejor ficción,
una película que nos montamos en la que siempre ganan los indios.

Hay gente que hace frío
y no para de lloverse.
No nací estrellada,
fue más bien que me obligaron a salir
demasiado pronto y la fuerza del cascarón.

Solo hay ausencia cuando se echa de menos
y yo tengo los brazos cargados de vacíos.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Matar al mensajero da un mensaje


Sacúdeme y escucha los cristales rotos.
Soy una muñeca matrioska, no afirmes que me conoces.
Que dentro llevo mil mujeres
y aún si atisbas mi núcleo estoy dispuesta a reinventarme.

Busca la genética en mi pupila,
el legado de mis padres.
Mírame a los ojos cuando te estoy mintiendo.

Presunta implicada de crímenes pasionales.
Me quedan los dos besos y mil abrazos por dar.

No soporto el racismo y su incomprensión,
las aduanas,
el no aceptar que el mundo es de todos y solo un préstamo.
La gente va en un sentido y el mundo en el otro.
La felicidad es siempre en sentido contrario.

Estoy a un grito de alcanzar la salvación.

Que de puntillas no llegamos a ningún lado
pero con ganas nos comemos la noche.

Me pregunto como es un día sin imaginación
pero no llego lejos en divagaciones
porque implican en ellas mismas imaginar.

Hay gente que se ahoga con su propio nudo en la garganta.
La sonrisa de los niños no fue creada por los grandes almacenes.

Tengo la sensibilidad a flor de piel
para quien quiera venir a arrancarla.

Soy inconstante pero incesante.

Quiero mandar un mensaje al mundo,
a veces no es que te falte algo
sino que te sobren las palabras.

No se puede ver la vida como un valle de lágrimas,
como la espera de una sucesión de momentos que nunca llegan.
Que sí, que la vida es una mierda
pero al menos está recubierta de purpurina.
Si juegas en el barro, acabas manchado.
A veces te engulle y mastica,
pero es el propio tiempo el que nos acaba escupiendo.

No digo que no se pueda cargar con una pena
pero siempre hay que tener en mente
que quede sitio para todo lo demás.

Lo que no te mata te hace más irónico.
Somos corderos masacrados.

Comemos lo mismo, llevamos la misma ropa
e intentamos encontrar a alguien que comparta nuestros mismos ideales;
nuestra cultura es una masa homogénea y pastosa
donde todo aquel que intenta despegarse es inmediatamente erradicado.
Estamos hechos unos gángsters.

Vivimos en barrancos de paredes verticales.
Alimentamos la memoria táctil en busca de una salida.
Prefiero romper la ventana directamente
antes de comprobar si la puerta se había cerrado realmente o no.
Por el capricho de tirar la primera piedra
y encima a traición.

Estar perdida fue vocacional,
deberíais estar agradecidos de que no os cobre.

A la lobotomía invito yo.





viernes, 5 de septiembre de 2014

Los presocráticos no sabían que lo eran



''Lo sabía,tío. Lo sabía. O sea, la clave no es superar nuestra mierda 
la clave es asumir, aceptar nuestra mierda.
Lo que quiero decir,
es que nuestra mierda es la clave de nuestra felicidad,
creo que es lo que nos hace diferentes
 y lo que en realidad nos une a otra persona.
La clave es esa, aceptar nuestra mierda.
Acepta tu mierda.''
Malviviendo.

Siempre me han temblado las manos,
qué cirujana tan patética para una operación a corazón abierto.
Qué excusa tan vaga para la incapacidad frente a los sentimientos.

Siempre me ha asustado más la vida que la muerte.
Un cuarto de vida dedicado a absolutamente nada,
puede que sea culpa de esta manía a pasar los años en sprint.
Soy el paisaje que ves a través de un coche a 200 km/h.

Defiendo las causas perdidas,
por eso aún doy las gracias 
cuando alguien ve algo bueno en mí. 


Supongo que quiero ser reportera de guerra
para mitigar la que mantengo conmigo misma.
Soy el verdugo de mi propia condena,
el salto que hay de mis pies acantilado al mar. 
Hay que estar muy muerto o tener muy pocas ganas de vivir
para asomarse al precipicio 
y no sentir el más leve impulso de querer tirarse. 

Siento debilidad por la historia, 
me gratifica saber que alguno de mis antepasados 
cometió los mismos errores que yo.
Mal de mucho consuelo de tontos.
Porque confieso que hace ya unos meses
dejé de hacerme la tonta para empezar a serlo.
Se lo recomiendo, se vive mucho mejor.

Admiro a todos aquellos que saben ser amables
con un mundo que no lo es,
que llevan esperanza donde escasea.
Yo por mi parte, sé que de la sangre de mis venas 
nunca saldrá confeti.

El día menos pensado,
cuando penséis haber encontrado esa persona realmente especial 
ella llegará y se enamorará de vuestro mejor amigo. 
Las penas no se quitan follando
y es que lo importante no son las caricias,
sino las manos que las profesan.

No me queda más que decir,
a parte de que posiblemente me haya dejado alguna tilde.
No acabo de entender los cánones de belleza de la escritura.

Cerrar la ventana, 
que se me da mejor huir por la puerta de la nevera.