lunes, 15 de febrero de 2016

Estenopo



Esta noche he soñado contigo,
ha sido lo más parecido a que me aplasten la cabeza contra el suelo.
Yo que siempre tengo las defensas bajas,
las marcas de mi piel no dejan de ser una señal luminosa de "abróchense el cinturón".
Tú con toda esa violencia sin sujeto ni predicado,
sin saberlo,
lo único que queda en la cama son los restos de sueño.

Derrota e inestabilidad.
Esta noche yo era la única diciendo : "Bonita, yo te quiero".
Me habría gustado acariciarme el pelo
pero tenía las manos ocupadas en un terremoto magnitud 9,5
para no dejar testigos.

El subcosciente tiene sus propios sentimientos.
Me siento como si me hubieran dejado bailando en una discoteca a oscuras
y me estuviera abriendo paso a cóctel molotov.
Anoche soñé contigo.
Todo es tan real entre el sueño y la vigilia del insomnio,
creo que aún tengo un mordisco de tu risa.

Se aprende con los daños,
el folio es una cuchilla que no mancha.
Anoche escupí al paredón de fusilamiento,
nunca algo salido de mi boca me ha reflejado mejor.

Te quería más cuando estaba segura de que tú a mí también.
Otros menos que tú ya lo intentaron y salieron más vivos.

Perdón por la hemorragia, pero te echo de menos.

Te quiero,
la culpa no es de nadie,
me sale sin querer.


martes, 9 de febrero de 2016

Subtítulos




Una geisha degradada, así me sentía esta mañana.
Como si aplicar una capa de maquillaje sobre la piel fuera capaz de ocultar los sentimientos.
El negro es mi color feliz.

Un globo de fiesta cogiendo polvo en alguna esquina.
Desinflada, como si alguien me apretara los pulmones en busca de fe de vida.
Si el frío de la calle, si los copos de mis ojos.

Una náusea, una perra flaca intentando hincarle el diente a sus propios huesos.
Como guardar cada lágrima para recordar que ya una vez morí de sed y sobreviví.
Porque hierba mala no muere, porque larvas es otro estado de vida.

Una punta de iceberg, superficial.
Como congelar el tiempo a la espera de su adiós.
Manos escarcha interpretando el amor de titiriteros titiritando de frío.

Una generación del todo a cien, del siempre a cien.
Como dar las gracias por enamorarte de mis ojeras.
Como tú hablas de mí, me gusto hasta yo.

Que la tristeza no se puede contar ni sujetar con los dedos
pero ser feliz es como correrse o salir de fiesta.
Siempre sale mejor cuando es compartido con alguien.

Todos los días son buenos, sólo que a veces nos quieren enseñar algo.
Esta mañana era yo.
Una rave de cicatrices con subtítulos para tu cuerpo.

Que no es vuestro cielo, es mi infierno lo que me preocupa.