miércoles, 9 de diciembre de 2015

Puerto Hurraco








'Quiero morir en el preciso instante que lo diga una chica'
Maricas (Los Punsetes)




Yo también sé que me estoy destruyendo.
Que tengo insomnio, hambre y todos los domingos muero de sed.


Es mi propia piel la que arrastro.
Una bolsa repleta de huesos 
y aún así el único lastre que cargo es el de vuestros prejuicios. 


Tengo el cuerpo compuesto por un 65% cafeína y cebada 
destilada por los vapores del tabaco.
No recuerdo la última vez que me bebí un vaso entero de agua.


Tengo migrañas y 7 años sin dormir
que no se atreven a testificar en contra del cuerpo si golpeo la lona.
Creo que de momentos así nacen los cínicos, no todo el dolor es físico;
pero no espero irme sin antes haberme roto algún hueso.


Náuseas.
El cuerpo forzándose en expulsar el barro que se cuela por las grietas.
Estoy vacía y ni siquiera tragándome las 30 monedas de plata, os concedería un deseo.


Entiendo que matarse no es vida pero llorar por uno mismo es otra forma de seguir creciendo.
Estoy dispuesta a romperme todas las costillas para comprobar si el corazón sigue latiendo.


Polvo soy y pediré que os lo soplen en los ojos.
Gracias por las condolencias pero no me traigas flores;
porque en mi hambre mando yo, en mi sed mando yo, en mis miedos mando yo
y en mi dolor...
dependo del que estéis deseando infligirme.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Prefiero quemarme el paladar con pizza caliente

Versos de la foto:  Alberto Rivas


Tenéis que ver la cara de tonto que se os pone
mientras esperáis que me tiré a vuestros pies.
Como si pensarais que podéis doblegar mis sentimientos.

La cara de tonto que ponéis
mientras esperáis mi declaración de amor eterna.
Que igual me dejo acariciar que me visto
y me largo con el desastre a otra parte.

Que a mí no me enseñes a querer.
Que a mí no me enseñes a hablar.
Que a mí no me enseñes a comportarme.
Que soy demasiado niña para llevar tantos años amando la palabra mujer.

No me eches más tus lágrimas que ya no me trago ni una.
No me obligues a sonreír,
que cuando te canses de masticarme
te escupo cuando quiera.

Ahí seguís, tirándome de las costillas,
como si fuerais a abrir las puertas del Paraíso;
como si aún pudieseis llevaros algo.
Como si después de acabar con la cabeza
no hubiera continuado con el resto del cuerpo.
No es canibalismo, es gula.
Por eso aún tengo restos de recuerdos entre los dientes.

Me miráis con esos ojos tan grandes,
como si nunca hubiese visto una luna.
Como si me quedara algo más que un par de cuencas vacías.
Como si pudiera olvidar que una vez me entró todo un desierto
y preferí llorar a que me soplaran.
Que tengo más de cactus que de flor
porque los deseos no se soplan,
se piden a la cara.

A mí que más me da la cara de tonto que pongáis
si el presente lo tengo a oscuras y lo recorro a tientas.
A mí no me llames sexo débil,
que no es valiente el que arriesga todo;
valiente es al que no le asusta el miedo
o es capaz de ponerse delante de una persona triste y saber qué decir.

No es miedo, pero cualquier día encuentro el amor y resulta que ya era de alguien.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Primera persona del Pretérito perfecto simple del verbo amar, y tú no





Me estabas dejando morir,
matándome de hambre.
Sujeta por los clavos de un amor sin corazón.
''Te todo''- dijiste,
mientras sujetaba en las manos tus cicatrices.
Pero cuando algo está tan roto sólo duele.

Y así, sujeta a tus carencias
tú sacabas la cuenta de las mías.
Como si pudieras empujarme más abajo,
como si esperaras un ''perdón'' por lo poco de ti que me he llevado conmigo.
A sabiendas de que a estas alturas,
el punto de apoyo que mueve el mundo
sólo lo encuentro con los dedos en tu nuca.

Tu juego de sábanas,
en el que te niegas a que entren dos.
Porque 4 brazos entre 4 esquinas, aprietan y ahogan
y no voy a dejar morir mis miedos donde vayas a sudar con otra.

Suerte de tener los labios divididos
para poder corresponder a todas.
Me pregunto cuantas otras han querido partirte la boca
tan literalmente como yo.

Ya no me creo nada.
Abusas tanto de las palabras que han perdido todo su valor.
Sigue sonriendo en la fotos,
que el resto no sepa que detrás de esa fachada no queda nada.

Me dejas morir.
Sin embargo, tú eres otro muerto en vida
empeñado en ir comiéndole la cabeza a la gente.
Pero me matas de hambre.
Me matas,
porque obligas a mi corazón a bombear por los dos.

viernes, 30 de octubre de 2015

La douleur exquise









Mil primeras veces huérfanas de final porque no llevan a ninguna parte.
Siempre me marcho con el permiso que otorga el que calla.

El amor no se puede crear, pero vaya si te destruye.
Podría salvar el mundo, pero no lo sabe.

Hace tiempo que no creo nada.
Hace tiempo que no me creo nada.
Hace tiempo que no me obligo a tragar,
y desde entonces sonrío con rabia.

No conozco a nadie feliz,
ni tampoco a alguien que sepa explicarme porqué está triste.

El miedo a las alturas es ilógico.
Otra cosa es el miedo a la caída.
Pero si una vez arriba
no sientes el más mínimo impulso de asomarte
es que ya estabas muerto antes de subir.

Me agobia ser la protagonista de mi vida
y los únicos papeles que acepto son de liar.
A veces pienso en largarme a por tabaco y volver,
sólo para pedir un tiempo.

Hay algo de cañón en los besos
y personas que dicen ''te quiero''
porque ''acércate y tendrán que reconocerte por los dientes'',
es demasiado largo.

Ya no sé si perdón o gracias,
si contacto o con-tacto
y por qué hablamos de espacio
cuando queremos decir miedo.

Seguir sería darme más de lo que me merezco.
Y después de está semana, como poco me merezco una caña.

Es muy difícil pasar de alguien que te besa bien.
Pero cuando el resumen es follar y discutir, no queda tiempo para querer.
Siempre que intento decir ''vete'',
me sale decir ''recoge tus cosas y quédate''.




lunes, 12 de octubre de 2015

Hace años que llegué al futuro


Te lo explico.
He querido tanto que perdí todo lo que tuve,
tanto que al final hablar de amor me pareció un término insignificante.
Tanto, tanto que aún no me he ido y me condeno a quedarme
porque no sé si quiero saber cómo sigue la vida después de tanto.

Me sobró con una noche para saber que quería sumar todas las demás.
A veces ''demasiado'' es solo una forma de hacerse daño.
Encontré el núcleo de los sueños y me fui despidiendo de cada uno de ellos.
Supongo habrán encontrado ya su lugar, uno que no era el mío,
pero prometo acabar encontrando mi sitio.

El resumen es que todo lo pido sin ofrecer nada a cambio.
No te preocupes, entre mis objetivos no está el de ser muy feliz.
Me vale con feliz a secas.

Las palabras nunca denotan empirismo
y es que querer no tiene que ser un verbo,
sino una forma de vida.

Te pido que me enseñes de cero cómo dormir abrazada a otro calor,
que el sudor con sudor se limpia.
Y me sobra todo lo que va después del ''quédate''
para darte una respuesta.

Si te lo juegas todo, nada es justo lo que te queda por perder
y unas manos vacías quedan abiertas de nuevo a todo.
Tiene que haber un equilibrio necesario.

Los prejuicios no son más que cañones en las comisuras de la gente.
Que aquí paz y después mil guerras,
con las sucesivas etapas que quieran venir.

Que yo prometo ser buena y portarme siempre según me dé,
si no me cubres las piernas de promesas y planes de evacuación.
Que de buena soy tonta, pero a las malas se escribe mejor.

A ver si el tiempo me pone en tu lugar.
Llegaré como siempre.
Más rota que nunca.

Si sonríes, prometo no interrumpir.
Con paciencia saldremos vivos de los besos.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Brindis por la sed



Puede que una mañana sea el café el que nos traiga flores.

Me parece justo vivir esperando lo impensable,
hacer lo que quiera con mi tiempo es lo que me hace inmortal.
Vivir el pasado, agradecer el presente y viceversa.

He convertido mis heridas en salidas de emergencia,
dicen que meter el dedo es otra forma de cerrarlas.
Pero tengo los de una mano cruzados para contar mentiras y los de la otra buscando suerte.
Se me ha olvidado cuál es cuál y ahora tengo 10 balas perdidas que tiran a buscar las cosquillas.

Hace media hora que soy solo una caja torácica,
coraza de huesos astillándose contra estos pulmones sin aliento
que guardan los primeros huracanes del próximo verano.

Vaciarse de vida,
soltar toda la lluvia.
Yo verme y no volver a quitarme la vista.
''La cura para todo es el agua salada: sudor, lágrimas y el mar''.
Catarsis intentando ser lo suficientemente fuerte para calar la plenitud.

El mundo tiene su propia forma de escupirnos con vergüenza.

A veces poner el grito en el cielo es de cobardes,
nunca ha sido culpa suya nuestra incapacidad para saber estar a la altura.
Soy un buen ejemplo de que los errores hay que reconocerlos.
No me limito a tropezar con la misma piedra, sino que necesito guardarla con cariño
para cuando necesite que vuelvan a romperme la cabeza.

Porque he convertido todas mis heridas en salidas de emergencia
y ''el tiempo. todo. locura''.

lunes, 24 de agosto de 2015

Alergia al veneno




''No one's gonna take me alive''
Muse (Knights of  Cydonia)



Fui tan estúpida de pedir permiso para entrar en la jaula
antes de quedarme encerrada.
Soy el cuervo que se sacó los ojos 
para servir de ejemplo a todos los demás.
Ya no me creo las mentiras, ni si quiera las mías,
prefiero el ciento volando si uno de ellos soy yo.

Uso el amor como excusa para todo, incluso para las guerras.
Porque primero el drama y después el sexo;
no me preocupa, todo se supera  supura.

No es que sea mala, es que me aburro fácilmente.
Por eso siempre juro que me he enamorado, hasta que llega el siguiente.
Lo de ser gilipollas no me venía de serie
pero una vez pasó de verdad, me enamoré,
y desde entonces esta cara de tonta.

Cojo los cubatas igual que abrazo,
dando gracias y sin pedir permiso.
Armada de intenciones,
siendo siempre la primera causar el menor daño
y no dejar rehenes. 

Nunca echo una mano a no ser que al final haya otras esperando.
y que no me suelten.

Es de cobardes hablar de vértigo 
y declarar en ruinas las cornisas de todos los demás.

Huele a mortalidad desde hace años,
a buenas intenciones en descomposición.
Los deseos no se cumplen soplando velas,
quedarse quieto es a veces peor que retroceder.

Gritar sería lo último que haría si me doliera.
Os estrangularía toda una vida con vuestras propias manos
y aun así lo que os mataría es saber que soy culpable
y no podéis señalarme con el dedo.


domingo, 16 de agosto de 2015

Si vas a portarte mal, llámame.








''...y que el dolor es una inversión, que te hace crecer, que te hace mejor
porque a follar bien se aprende follando y a amar bien, en el desamor.
Pero en el desamor bien llevado, sin caer en la culpa y el sentimentalismo
porque el sentimentalismo es egoísta y siempre te hace más victima, más perjudicado,
más desgraciado y a la vez más importante que cualquiera.''

-Emily Dickinson/ Yo folle contigo



Para él, porque nunca sé cuando me va a besar
y por eso todos los besos son de despedida. 



Querría haberle dicho tantas cosas 
y todas se resumirían en una: no te vayas.
Pero el alcohol nunca es el momento oportuno
y no fui capaz de ponerme frente a él
y decirle que ''querer es poder'' 
y que yo le quería por todos los que alguna vez 
le habían dejado de lado.

El tiempo pasa para todos,
pero siempre será el recuerdo más bonito 
del que jamás haya tenido que desprenderme.
Hay personas que llegan en el momento justo para salvarte de la vida.

No acabo de entender del todo eso de los amores ''no correspondidos''
o que fuerza externa decide lo que ''nos corresponde''.
Pero hay ciertas ocasiones y ciertas conversaciones 
en las que las palabras son lo de menos,
porque lo que en realidad buscamos es aquello
que nos haga sentir siempre un poquito más. 

Pensé que había llegado para recogerme antes de la caída,
aún a veces lo pienso,
y es que ''antes de rendirnos, fuimos eternos''.
A veces creo que sólo me presta sus alas como advertencia, 
sabiendo que yo solita puedo llegar a todos los ''castillos en el aire'' que quiera
pero que entonces no se responsabiliza de un solo metro de caída libre. 

Supongo que lo importante es abrir los ojos a tiempo
para que el impacto duela lo menos posible.
Hay dolores que no matan, pero son lecciones de por vida;
y es que lo que no te mata, te hace implacable.

Jugarse los recuerdos a bala o cruz.
Al final, sólo me sale quedarme con lo bueno.

Querría haberle dicho tantas cosas 
y todas se resumirían en una: Si te vas, llévame contigo.

Un pedo de violinista






Tenía ganas de tumbarme en un regazo y que me acariciaran el pelo,
ganas de que me llamaran pequeñita y sentir que lo era.
Tenía ganas de que me dijeran que nada iba a salir bien pero que de todo se sale.
Tenía ganas de ir a una discoteca sólo para bostezar.

Por un momento me sentí como ellas,
como una de esas chicas a las que es necesario proteger,
y tuve ganas de decir que llegaban 20 años de miedos tarde.

Ya no me conformo con vivir la vida o con vivir con los pies en el suelo,
pudiendo vivir todo el universo.

Que soy de las que tira la cerilla y no se gira a mirar si ha acabado en incendio.
Que los que bailan el agua acaban siendo polvo igualmente.

Tenia ganas de que alguien tirara de la capucha y me mirara a la cuenca vacía de los ojos.
Tenía ganas de no pensar en él cuando no estaba
y de que se diera cuenta por si solo de que todas las formas que me veía
estaban ahí antes de que se atreviera a mirar.

Estaba cansada y tan hambrienta que sólo tenia ganas de vomitar.

Después de un año sigo prefiriendo el paisaje al reloj,
por eso no me fío de los atajos ni los caminos cortos.
Sigo teniendo miedo, pero las luciérnagas continúan dando fe de vida
y he aprendido a dejar la oscuridad a oscuras.

No sé por qué salió mal, si hice todo lo necesario por saltarme las advertencias.
Dejad que acabe sin levantar el telón, porque sospecho que detrás se esconde un domingo.




jueves, 23 de julio de 2015

Pesos


Verano en Madrid, no hay calor más sofocante.

A partir de los 18, no tienes excusas para no estar haciendo algo con tu vida.
Como si seguir viviendo no fuese excusa suficiente.

Tengo ojeras de 20 años mal dormidos
y dos padres preocupados por 30 años de más.

En mi futuro, aún a veces, mandan ellos.
En la autodestrucción, tengo todos los derechos reservados.

Ellos insisten cada fin de semana en el: ''Pati, por favor, cuídate''
y yo me encierro un poquito más en el: ''no os preocupéis, mi única preocupación es cuál será el próximo libro que me lea''.

Nunca me he empeñado en la búsqueda de la felicidad,
pero las Autoridades Sanitarias deberían recomendar huir de Madrid al menos una vez al mes.

Lucas Colman dice que ''somos tan fugaces que mejor darse prisa y prestar atención'',
tengo la esperanza de vida tan baja como para decidir que madurar no vale la pena.
Con el último cigarro del día, me pregunto dónde van los años de aquellos que se fueron antes de tiempo.

Sé que he perdido la inocencia porque la encuentro siempre en ''Platero y yo''.
También era verano, pero hacía menos calor.
Tenía siete años y llevaba la falda separada de las rodillas a la misma distancia que había entre mis paletos.
Sospecho entonces, que la perdí aquel otro verano en la que me la levantaron dos palmos por encima de las caderas.

A partir de los 18, no tienes excusas para no estar haciendo algo con tu vida.
Como si seguir viviendo no fuese excusa suficiente.

Tengo ojeras de 20 años mal dormidos,
pero también ''tengo acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo''.
Y me parece excusa suficiente para llegar a la muerte todavía vivo.

Se va el caimán


Habláis de las drogas como si no os fueran a arruinar la vida.
Que sí, que un porro es un porro
pero que a veces no llegáis a los 20
y puedo ver como se os abren las grietas de los ojos
al exhalar la última calada.

Carlos me dijo un vez que cada uno escribe de lo que sabe,
es entonces cuando me asaltan un millón de dudas.
¿Qué coño hacemos escribiendo de amor?

Lo confundimos con cualquier sentimiento.

Porque es más fácil estar enamorado que estar solo,
o reconocer un corazón roto al despecho.

Está claro que las palabras tienen suficiente poder
para que ciertos conceptos sean inamovibles.
Y puedes grabar un CD con tus mejores orgasmos
o frotarle tan fuerte el sexo que te creas con derecho a pedir un deseo.
Pero al final del día sólo te queda esperar un ''te quiero''
con el que poder digerir todo ese semen.

No es más que eso,
un final feliz distinto al que esperabas.

Maravilloso, sois las nuevas parejas de moda.

Creo que Carlos está equivocado,
que escribimos lo que la gente quiere oír.
Estamos prostituidos en tantos aspectos,
que ya no sentimos las llagas en las rodillas.

Supongo que lo importante es caer bien, en todos los sentidos.
Luego llega alguien a cagarse en todo lo cagable
y casi se le pone a rezar tres ''padre nuestros'',
se murmura y entre dientes se pide otro tercio.
Que lamer culos da mucha sed.

Y mientras seguimos de cara a la barra
alguien casado de tragar se marcha sin decir adiós;
y no nos importa,
no es más que otra plaza vacante
a la espera de la copia, de una copia, de una copia...

Alabado sea Óscar Aguado
y que nos follen a todos.

sábado, 27 de junio de 2015

Mira mamá, sin manos


No sé cuantos se habrán cortado intentando recoger mis fragmentos por el camino.
Tampoco sé si lo correcto es pedir perdón o darles las gracias;
o simplemente acercarme su herida a la boca.
Ya lo dijo Tyler :''todos estamos hechos de la misma materia orgánica en descomposición''.

Donde vivo hay una niña pequeña con problemas mentales.
No sé si tendría que usar algún eufemismo para referirme a ello,
tampoco me importa,
una palabra no va a cambiar la realidad.

La oigo gritar todas las mañanas en el jardín con los ojos y los brazos perdidos.
Hay gente que la mira con hastío,
pero la mayoría son otros padres que la miran con pena y cierto alivio,
supongo que porque no es uno de sus hijos.

A veces, cuando coincidimos, me gusta poner música en alto.
No sé si porque la música amansa a las fieras
o porque entonces cuando agita los brazos parece que esté bailando,
parece que esté menos enferma.

La otra noche me acordé de ella mientras me atacaba una verborrea de palabras tropezando.
Y ellos me miraban también entre pena y alivio.
Porque siempre quieren verte bien,
pero nunca mejor que ellos.

A todos nos gusta creer en la superación,
pensar que mientras haya vida aún estamos a tiempo de triunfar.
Pero tengo el teléfono lleno de notas de auxilio y te quieros sin enviar
que demuestran que no lo he superado.

Muchos no recuerdo para quién eran.
Quizá fueran para mí.

Ya sólo sonrío a los libros,
el resto del tiempo enseño los dientes.

Me aburro rápido del juego de las felicidad,
pero podéis seguir tirándome de las comisuras.
Supongo que seguiré gritando y agitando los brazos
hasta que alguien, en vez de mirarme, me escuche
y venga a bailar conmigo con sus mejores zapatos de clown
o me diga que no me preocupe,
que sabe curar las heridas sin usar las manos.

lunes, 25 de mayo de 2015

Ridículo


No me canso de repetirlo,
todo se remonta a segundo de Primaria
cuando le enseñé las braguitas por primera vez
a un chico a la salida del colegio.
No me toméis por bárbara o frívola,
que ''el juego de las casitas''
por aquel entonces
no iba de eso.
Pero no he vuelto a ver
mayor mirada de inocencia y admiración,
ante tan simple gesto,
durante los últimos años.

Supongo que el mismo gato
acabó matando la curiosidad
en otras braguitas,
posiblemente más breves,
y descubrió finalmente
que los bebés no viene de París
pero que hay mujeres
que sí encierran mundos enteros.

Y en esas estamos,
en la búsqueda de nuevas experiencias
y aún me llevo las manos a la cabeza
al descubrir
los distintos cuerpos del amor.
Y es que os puedo asegurar
que nada tienen que ver
el primer y el último chico
que me besaron.

Está claro que yo tampoco soy la misma,
pero aún a veces,
como en aquella primera vez,
se me abren los ojos como platos.
Supongo que hay ciertos milagros
que el cuerpo se resiste a perderse.

Creo que de nada sirve pasar los años
si no es para llegar con el cuerpo hecho polvo
y la misma sonrisa de antaño.
Nos ponemos una coraza contra el mundo exterior,
que lo entiendo,
que yo también soy un par de kilos de carne y hueso;
pero si nos besan
se nos escapan los fragmentos.

Levantamos barreras de expectativas,
inconscientes de que a nosotros
nos va a tocar escalar un Annapurna.
Para ser sincera,
siempre he sido más de Muro de las Lamentaciones
que de montañas.
Por eso de perder la cabeza
antes que las alas.

Y hablando de alas
¿qué os traéis con las clavículas?
A ver si entendemos que el hueso corta
y no hay suficientes bares para perder una vida.
Que sí, que de puta madre la poesía
pero un ''te quiero '' bien dicho y directo
te salva a tiempo de 5 poemas de desamor.

Cuidado, que ya os puedo ver juzgándome con la sonrisa cínica.
Yo me voy a seguir jugando a que me hagan daño,
vosotros podéis quedaros sintiendo lástima
por vuestros corazones rotos.

El mundo necesita más kamikazes enamorados.

Prometo enseñaros las braguitas siempre que sea necesario,
pero por favor,
intentad disimular la cara de decepción
cuando descubráis
que no tienen vistas a París.

lunes, 20 de abril de 2015

Escribe rápido y vete


Nadie nos prepara para las despedidas.
Trabajo todavía en eso de entender
que parte de nosotros
se encarga de valorar
el grado de dolor
que estamos dispuestos
a experimentar.
Iba a decir sufrir,
pero no todas las lágrimas son tristes.
Hay sentimientos por los que vale la pena romperse.
Bueno, hay personas.

No hay forma indicada de ser.
Pero sé que vinimos a este mundo llorando
y lo que algunos llaman ser débil,
en verdad es ser humano.

Pero nadie nos prepara para las despedidas.
Y es entonces
cuando nos quedamos huérfanos
frente al vacío.
Cubiertos de nada,
sintiendo de todo
y sin suficiente tiempo
ni palabras que decir.
Porque las palabras
o salvan de todo
o no sirven de nada.

Decimos adiós inconscientemente.
Sin miedo a que un día
a la vida
le de por poner cada cosa en su lugar
y no volvamos a encontrarnos.

Posiblemente los poemas tristes
estén llenos de momentos así.

Nadie nos prepara para las despedidas.
Y por mucho que digan,
olvidar nunca es voluntario.
Por eso dos de cada tres años de vida
los dedicamos a cicatrizar
lo mejor que queremos.

Es demasiado pronto para vivir
cumpliendo expectativas ajenas.
Está claro que no somos más
que seres minúsculos
plantándole cara al destino,
pero es nuestro destino.
Y es importante tener claro
que al final
nosotros
escogemos...
la velocidad,
la compañía
y el sentido.

Nadie nos prepara para las despedidas.
Y si resulta que al final tiene una explicación
no quiero saberla.

Perdón por el miedo.
Pero si alguien tiene claro dónde va,
que de el primer paso.

Pero por favor,
que no diga adiós.

Porque nadie nos prepara para las despedidas.


Después del incendio


Qué difícil es escribir sobre un chico
sin acabar cayendo en el tema del sexo.
Y es que ni piel suave,
ni manos pequeñas,
ni curvas,
ni precipicios.

Y entonces él.

Si supiera lo mucho que aún le quiero
posiblemente pensaría que estoy loca.
Puede que lo esté.
Pero a estas alturas de curso
no conozco salvación más prometedora
que la perdición que parecen ofrecerme
siempre sus palabras.

Resulta curioso
cómo a veces nos apegamos
a todo aquello
que por naturaleza
nos aleja.
Nos repele.
Y aún así,
soy yo misma la que crea
un camino de migas
para nunca perderle.
Muerta de hambre a sus pies,
a sus trincheras.
Todavía sujeta
por los clavos
del ataúd
de sus recuerdos.

Él que era. bueno es.

Debería dar las gracias
por haber encontrado alguien
a quien resulta tan difícil
decir adiós.
Pero me dejé la suerte
cuando hace un par de semanas
me abrazó dormido.
Seguramente por error;
y es que a oscuras
los cuerpos son sólo eso.

Y esa noche no era él.
Y esa noche valió la pena ser yo.
Y esa noche lo bonito
era estar despierto,
porque durante unas horas
hubo un nosotros
y eso ya no pasa ni en sueños.

Ojalá sepa lo mucho que aún le quiero
y piense que estoy loca.

Y así
pueda dejar
de guardar las formas
a su lado,
porque no sé
a que altura del curso
me hice a la suya.

martes, 14 de abril de 2015

Contracciones ventriculares prematuras


Ayer, ni siquiera ayer.
La verborrea habitual
en el momento oportuno.

Y ayer, joder, ni siquiera ayer.
Deshice un minuto en palabras
cuando me habrían bastado seis segundos.

Mi cabeza,
una caja musical
donde la bailarina
da vueltas y vueltas
sólo para volver al inicio.

Hay sentimientos
que no requieren de explicación,
porque ''te quiero'' o ''quédate''
consisten en eso;
en no ir a ninguna parte.

Ayer, ni siquiera ayer.
Tú que eres mi perfil bueno,
la parte bonita de los sentimientos.
Yo empeñada en estropearte
y hacerte rutina.
Yo que quiero que hagas de todo,
pero que siempre acabe con un conmigo.

Soy feliz
y tú precioso;
y a veces somos posibles.

Ayer, ni siquiera ayer.
Pero todavía siento los recuerdos
y entiendo que hay veces
en la que el alma
pesa más de 21 gramos.

No me quedan excusas para besarte,
todo es cuestión de coger impulso.

Deja que el tiempo pase
mientras nos quedamos quietos.
Que ya plantaré un jardín
de flores de loto.

Pero ahora esta es nuestra última salida
y la vida cambia tan rápido
que está a punto de dejarnos atrás.

Ayer, ni siquiera ayer.
Quizá mañana.

Porque no sé cómo he acabado así,
pero al final del día él es lo único que importa.

Nacho Vegas lo sabía:
''seré muy breve:
te quiero y esto duele''.

sábado, 4 de abril de 2015

Después no es mañana


Hola miedo, ayer estabas precioso
cuando por fin te atreviste a soltarme la mano.
Supe de madrugada que habías vuelto sano y salvo
cuando encendiste las luces
para comprobar que no había vuelto el invierno
a llevárselo todo.

A veces las pastillas para dormir
se comen la oscuridad
y llenan todo de blanco.
Siento como si me regalaran minutos de día
cuando ya estoy cansada.

Otras la oscuridad engulle todo.
Me venda los ojos frente al paredón de fusilamiento.
Entonces no siento nada, ni si quiera los habituales remordimientos.
Y paso a ser tabaco poco prensado dentro de las sábanas jugando su papel.

A veces sueño con gigantes disfrazados
de molinos de viento
y es entonces cuando soy consciente
de que ya no nos queda pan ni futuro.

Entonces la mordaza de mi boca
susurra entre dientes:
duerme.

A veces sueño con desiertos de ceniza.

Entonces todas las esquinas de ciudad
vienen a echarme el humo a la cara.
Y ya no tengo pulmones
sino árboles sin hojas.

Otras veces, sueño que los brazos se me despegan del cuerpo
y cruzan la noche en busca de otro que abrace mejor

Entonces serpentinas de colores me sacan la lengua,
como haciéndole burla a mi boca seca.

A veces soy sal y me hago la muerta
sobre la resaca de un mar de sábanas.

Entonces lluevo en lágrimas
después de ser empujada
desde el precipicio de huesos
de mi propio cuerpo.

Historias inacabadas de ojos muy abiertos.
Y entonces: poesía

Sueños
y eso es precisamente
lo que no tengo


jueves, 19 de marzo de 2015

Vamos a no dejarnos nunca de tonterías

Intento entenderte,
 porque yo también me escondo,
también pasé hambre y no se lo dije a mis padres, 
yo también he hecho daño y mis heridas también sangran, 
pero tengo una piel de mierda que cicatriza tarde.
Yo también...tampoco sé qué hacer y en un segundo me lleno de mierda otra vez 
y yo también me bloqueo.

Patty de Frutos- Intento entenderte

¿Sabéis qué? que yo también.
Yo también tengo ojos de lupa
y me he suicidado más de una vez frente al espejo del baño.
Yo también me he contado defectos antes de irme a dormir
y me he empapado en lágrimas en vez de en besos de buenas noches.

Yo también me hago pequeña
y siento vergüenza si me miran.
Yo también he surcado con el dedo
las pequeñas cordilleras de mis piernas
y los ríos de mis pechos.

Que a mi también me han dicho que las mujeres no se visten así,
que las mujeres no se sientan asa.
Que no encorve la espalda,
que no me siente como los indios,
que no toque la comida con las manos,
que no sople la espuma de la cerveza.

Yo también.
Yo también me he probado el armario entero,
me he cambiado mil veces el pelo
y he intentado aprender a sonreír sin enseñar ese diente
más adelantado que el resto
que ahora me gusta tanto.

Yo también me reído de mi misma
y he llorado cuando eran otros los que lo hacían.

Que yo también bajo la vista si me echan un piropo
y la he bajado todavía más cuando mi vestido
era el que tenía más caderas de la fiesta.

Yo también me agarro lo pechos y la vida,
uso sujetadores con relleno
y pantalones una talla más pequeños.

Que yo tampoco me atrevo a veces a ponerme frente al espejo.

Pero yo también soy mujer
y tengo brazos cueva
y manos alas de huracán.

Yo también me he subido a unos tacones
y me he comido el mundo
y me he calzado mis deportivas más viejas
y me he comido la ciudad.

Yo también enciendo las luces para hacer el amor
y cierro los ojos para dar un beso.

Yo también me dejo acariciar,
doy la mano,
sonrío a los desconocidos (y lo que surja)
y duermo abrazada si me dejan.

Yo también soy un universo en expansión,
unas manos llenas de flores,
un ombligo de resurrección.

Yo también soy la manzana,
una costilla
y un paraíso de rizos
donde se juntan mis vértices
y los de la Tierra.

Que yo también soy mujer
y cualquier día nos va(n)mos a querer tal y como somos
y no vamos a saber que hacer.

jueves, 12 de marzo de 2015

Ver para crecer


Todas las canciones lentas llevan tu nombre y no veas como duele.

Eres el diente de leche al borde del precipicio
que no puedo dejar de tocar y si tú caes,
caemos los dos.

Tírate cuando quieras
pero quiero que sepas que antes de ti
me habría tirado a todos.
Que antes de ti,
ya me había tirado a todos.

Me preguntas por cuarta vez que por qué no me he dormido aún
y me entran ganas de usar tu corazón de cenicero.

Me llamas mentirosa
y mi mano se queda a medio camino
entre el bofetón y la caricia,

Cuando te conocí dijiste que me echarías de menos si no me conocieras
y ojalá haber sido por una vez la que se va.

Castigada entre tu espalda y la pared.
Breve pero intenso,
esas dos palabras resumen toda mi biografía.

Has sido el accidente de tráfico
en el que mueren todos mis rehenes.
Supongo pensé que podría controlar las ganas por una vez
y acabó pasándome lo mismo que con el tabaco,
se me fue de las manos,
 a las tuyas aferradas en mi pecho.

Dejamos salir el pájaro de la jaula solamente para enterrarlo vivo.

Yo me quedo con las promesas, tú quédate con el miedo.

No me merezco,
igual los dos tendríamos que pedirme perdón.

Desde tan lejos tienes una sonrisa preciosa,
demasiado para que sea cierta.

Quería vomitarte versos hasta que te dieran arcadas.
Ojalá entendieras todo esto,
puede que te lo deje de testamento,
Puede que yo misma necesite volver a leerlo
para comprender que ya no es un poema,
sino una orden de alejamiento.

sábado, 14 de febrero de 2015

Catorce vidas son dos gatos


Aún no os he hablado de ella, pero se llama Carlota.

Es capaz de convertir la montaña de Mahoma
en un grano de arena.
Es de todas partes y de ningún sitio,
por eso nunca sé en qué idioma,dialecto o silencio hablarle.

Fue a buenas o balas a primera vista,
a veces se enfada
y me entran ganas de estrangularle la vida,
pero es que el amor tiene que doler.

La quise antes de dejar que me devolviera el sentimiento
y es que en vez de cruzarse por delante, me cruzó por dentro.

Con ella tengo el mundo entero en un detalle.
Porque amar es también dejarse salvar.


Tiene el color de los recuerdos
y es curioso como a veces la amistad
se abre paso de entre los matices de las sombras.

Podría distinguirla entre un montón de primaveras.

Se llama Carlota y nunca os he hablado de ella.
Pero ya era hora, porque aunque a veces las palabras no lleguen a tiempo
ella es capaz de hacer lo que muchos no se atreven a decir .

Llegas
y no eres consciente de cuanto necesitaba un sol,
que entre tanta lluvia no salva,
pero da esperanza.




lunes, 9 de febrero de 2015

¿Me lo dices o me la cuelas?





Amor en alta velocidad,
no somos más que corazones unidos por fibra óptica.
Nos enamoramos como quien empieza una carrera de fondo con un sprint
y nos arrastramos hasta llegar a la meta
con la espereza de acabar partiéndonos la boca
en otros labios igual de cálidos,
quizá menos cansados.
Por eso de seguir queriendo,
por eso de irse sin querer.

Da igual el orden de los valores,
lo importante es tener unos.

Abro el corazón al primer impacto de bala,
para quien quiera marcharse dando un portazo.

Pletórica y cachonda,
siempre es viernes debajo de mis bragas.
Soy polvo encima y debajo de la cama,
no me preguntes por qué llevo estas ojeras.

Colecciono dientes rotos y mariposas muertas.
Tengo un montón de fracasos
y no sé evaluar los resultados
porque cuando estudiaba Química
aún era virgen.

Prefiero finales bonitos que felices,
preferiblemente en la boca.

Sentirse solo es un de los sentimientos más infravalorados.
Llevo el corazón envuelto, no para regalo sino por protección
que ya lo he dado por perdido en mil inviernos.

Que alguien me diga si es la cuenta atrás para el despegue o la destrucción.

Crecer es aprender que un ''que te fallen''
es peor que un ''que te follen''.
Que no hay remedio para la rutina
pero que hay personas que son días de fiesta.
Que lo que duele de un lugar es siempre irse,
no las veces que volvemos a él.

Echemos la culpa a la gravedad de caer siempre en el mismo error.
Si una persona te hace llorar más de 7 veces ya no es esa persona, eres tú.

Los que ladran más que muerden son los que no follan
y lo infinito dejó de existir cuando decidimos darle forma.

Ya solo tengo fe en la reencarnación
y la esperanza de un reencuentro
en el que yo sea alguien nuevo.
Quizá mejor, quizá peor.
Quizá alguien que ni si quiera entienda lo que escribo.

jueves, 29 de enero de 2015

No lo pierdo, lo ofrezco


Nací enferma de inmortalidad,
de suicidios de una noche.
Soy lugar, no tiempo.
Espacio temporal
que se esfuma a la tercera copa.

Tengo un universo en el vientre
donde han reposado otras vidas junto a la mía.
No sé si lo que noto es el eje gravitatorio de la Tierra
o la pérdida de mi equilibrio.

Todas las profecías hablan de la destrucción del mundo,
pero nunca me oiréis recitar el Credo de memoria
y es que la única sagrada escritura en la que confío
es la recogen los libros de poesía.

Soy el ejemplo de que aprender a base de ''sigue rascando''
da resultados extraños.

Estoy practicando en eso de querer a los demás,
estoy practicando aún más en eso de quererme a mi misma.

Se han dado casos en el que el día más feliz de mi vida
ha sido una persona.

Morimos de pena en los bares buscando a alguien más triste.
After hours y purpurina,
sumando los pedazos de cada uno
hacemos una persona entera.

Que el garrafón nos pille confesados.
Venus de Milo haciéndose rallas en el baño,
la culpa es del capitalismo que las viste como putas.

Lo que no te mata te convierte en alguien diferente.
A mi que me lleven versos a mi tumba de flores.

Niebla en el cerebro
y viento en el corazón.
Es la tiniebla absoluta.

Yo, yo sola
sin espacio ni tiempo para llorar.
Porque no soy minutos,
soy tierra.

Venid conmigo a morder el polvo
porque la única caída que duele
es la del olvido.