lunes, 27 de junio de 2016

Mi historia trata de matarme cada cinco minutos





"Nos olvidamos de que quisimos latir como un sólo corazón
luchamos con la vida y perdimos todas las batallas y las flores"
-Alberto Rivas-



Si te asomas dentro,
hay una niña de 5 años con las rodillas raspadas 
que no se atreve a llorar.

Por fuera,
todo sigue siendo piel levantada, costras.
Como tierra arada llena de surcos;
nuestras lecciones serán flores.

Si te asomas dentro,
hay lagos de agua estancada.
Muertos de ojos vidriosos,
que descansan en los alveolos de mis pulmones. 

Náuseas, las bestias arrastrándose a la superficie en busca de aire.

Por fuera,
un náufrago pasea convencido de que no vale la pena volver a casa.

Ya lo dije una vez, llamé Ítaca a mi piel y prometió que volvería.

Un niño sumerge su barco de juguete en el agua de la bañera.
El Titanic vuelve a salir en las noticias 

Si te asomas dentro,
hay una colmena en la que la reina deja que el resto muera de hambre. 

Por fuera,
no es más que una oruga que no se ha ganado las alas.

Si escribo es porque me han dicho demasiadas veces que me calle.

Si te asomas dentro estoy yo,
el yo real,
el que quiero ser.

Por fuera, una carcel.

Una cárcel hecha a base de las etiquetas de lo que alguna vez otros han querido que sea. 

miércoles, 8 de junio de 2016

Lo sé.






Te quiero y esas bobadas que digo
cuando te quedas mirando
y no sé muy bien qué decir.

Tengo fiebre en cada punto de contacto
y unas ganas que se abren paso
rompiendo desde dentro las costillas.

Tengo miedo,
pero debe ser el mismo que se siente
al saltar atado desde un puente o un avión.
O eso sabría si no fuera por este vértigo tan selectivo.

Piel de lagarta,
que no está dispuesta a cambiar este verano.
De tu sudor, mis escamas de sal.

Me siento como en esa canción de The Wombats sobre Joy Division.

Este beso es un disparo en la frente,
el último deseo del día,
una boca repleta de serpentinas
preparadas para salir volando.

Te quiero y esas bobadas que digo
cuando me canso de contar tonterías
y te miro a la cara
y entiendo que tú también lo entiendes.

Eres tierra.
Parece que te hubieran hecho
en uno de esos hornos de barro.
Yo con mi vocación de náufrago
y mis ganas de inundarte de mareas todas las noches.

Tierra firme.
Como si crear vida
fuera cuestión de mezclar polvo y saliva.
Como mis manos echando raíces sobre tu cuerpo,
esperando ser lo suficientemente fuertes.

Ya no me obsesiona el futuro,
porque tú eres y es ahora.
Porque cualquier plan B,
será también contigo.

Ojalá ser el caramelo
al que le quites siempre el plástico con la boca.
No hay nada que me dé más ganas de llorar en la vida
que saber que jamás podré hacerte el amor por primera vez de nuevo.

Te quiero y esas bobadas que digo
cuando te miro
y descubro que tú ya estabas mirando.