martes, 22 de abril de 2014

Cuerpo a cuerpo


Esta noche me he soñado sumergida en una Guerra Civil.
Tú estabas ahí y en vez de darme la mano,
me dabas un fusil para protegerme del miedo.

Te pedí que me lavases el pelo.
La espuma y el agua acabaron teñidas de rojo,
tus manos goteaban sangre sobre mi cabeza.
Solo espero que no fuera de mi corazón.

Abrazándote, te pedí que me arroparas
y tú me cubriste como se hace con los muertos en la morgue.

Robert Capa sacará las fotos nupciales de estas Bodas de Sangre.

Saliva mi lengua jugando en torno al acero de tu fusil.
Apúntame al corazón, valiente;
que se ha vuelto el punto menos vulnerable de este cuerpo de espiga y centeno,
marcado por el rayo de una guerra tan incestuosa.

Brama esta boca con los dientes apretados,
cargada de República, poesía y revolución.
A la espera de que Miguel Hernández venga a besarme a quemarropa en la frente.

Dame la mano y retiraremos la anilla de esta granada,
para acabar 20 veces muertos de tanto dolor.

Callaré después de muerta.
Ahora no soy más que un cadáver demasiado vivo,
haciendo frente al horror que supone que mi alma eche de menos a la tuya;
que se niega a firmar El Armisticio de las Sábanas.

Tengo más de 50 heridas en la espalda,
que se me antojaban arañazos y resultaron ser puñaladas.
Tengo los nervios exhaustos y a flor de piel,
cansados de resistir el asedio de tus manos empeñadas en cerrar a cal y canto todas mis puertas.

Sigo con las palmas de las manos pintadas de blanco y alzadas al cielo,
sin atreverme del todo a la rendición.
Porque sé que acabará llegando nuestra primavera emocional,
y estos campos convertidos en el reflejo de un fantasma,cargados de arenal;
convertirán la sangre en rosas y el sonido de las alas y el canto de los pájaros silenciará el ruido de cualquier cañón.

Entonces sí, volveré a besarte y limpiaré de plomo tus brazos
desplomando mis abrazos sobre los tuyos.
Y entenderás lo estúpido que fuiste al pretender ascender retrocediendo,
y volveremos a ser nosotros, una vez vencidos por el calor.

domingo, 20 de abril de 2014

Pedir por esa bocaza


Piso,piso,paso,abran paso,
que a los cucos les ahogan las agujas
y aquí hemos venido a montar un escándalo.
Voy a mantenerme viva, solo por joder.

Voy a hacerte una fila de corazones asimétricos,
luchando por ser diferentes.
Profundamente borrachos y gilipollas.

Cómeme el coño como quien va a buscar el perdón a un confesionario,
cómo quien concibe el amor sin pecado concebido.

Coronas de flores y condones rotos,
porque las niñas bonitas no pagan dinero.

Feminismo de polla en polla y folla porque apoya.

Déjame entrar, que nunca cierro.
Mírame a los ojos que yo ya tengo las manos en tus tetas.
Desnúdate y podremos empezar a leer.

Las historias de amor constan de penetración, nudo en el estómago y desenlace.
Por mucho que me esfuerce, nunca me veo capaz de llegar al segundo acto.

Me llegaron rumores con tu nombre hace ya mucho tiempo,
pero con una polla en la boca no hay  quien conjugue el verbo amar.

En la cama, ni de derechas ni de izquierdas;
de encima y hasta que pueda robarle estrellas al cielo (el de tu bajo vientre) con la lengua.

Ding, ding ding ¡JACKPOT! seguimos con las manos vacías.
Porque la vida puede ser maravillosa.

Que llevo la poesía grabada en tinta sobre la piel para cuando me quede sin ella,
y abrirme las costillas ante todos los que hablan de moda y enseñarles que convertirme en lo que soy, me ha dolido mil veces más a mi que a ellos.
No pretendáis darme lecciones sobre el calor de mis hogueras.

Poeta de barra,
que no aprendes que puedes serme infiel siempre que acabes volviendo a mi cama.
Podemos jugar a ver quién se ríe primero,
pero me parece una lástima desperdiciar unos ojos tan tristes.

Debe de ser precioso morir por alguien,
pero deber de serlo todavía más que ese alguien pierda la vida y hasta la vergüenza si hace falta por ti.

Permíteme interpretarlo todo de manera que pueda darte un par de hostias.
Que todo lo que se del amor lo aprendí borracha.

El hecho de que no te hayan prendido fuego mientras duermes no implica confianza.
Espero no encontrarte nunca en batas y zapatillas.
Todo es tan ra-ra-ra vamos a ganar...

Quería despedirme con algo poético,
pero creo que ya ha habido suficiente noñería, dolor y carencia personal por hoy.

No nos pongamos aún tan dignos señores,
que ya habrá tiempo de sobra para medirnos la entrepierna.

martes, 1 de abril de 2014

No hay canciones en la radio que hablen de lo que soñamos


Mis mariposas ya no tiene alas y vuelan a suspiros,
se han convertido en gusanos, en las larvas de lo que un día fueron.

De pequeña me gustaba ver películas de Cary Grant con un libro bajo el brazo
y el pecho de mi padre golpeando su tic-tac en mi oído.

Me se de memoria el olor del amor
y que las piedras también lloran después de tropezar con ellas.

Recuerdo viajes a Galicia sobre la clavícula de mi hermano que devolvía en ecos las letras de Sabina,
recuerdo despertar con las palabras de Machado arrugadas sobre el pecho,
recuerdo los días en los que la ficción de un buen libro salvó mi realidad.

Hice cabañas con sábanas,
jugué a ser una rock star,
le enseñé los dientes al lobo feroz.

Quise que me quisieran mejor de lo que yo nunca fui capaz,
lloré a favor de ciertas causas perdidas
y fui rebelde con causas.

En el coche no canto, hago performances
y sí, que soy mucho de cantautores,
pero si ponen a Romeo Santos soy la primera berreando en la pista.

No lloro, tengo goteras
y un cuaderno lleno de recortes sobre la muerte de Ian Curtis.
Confesaré que a los cinco años me aprendí ``Magic Dance'' por si algún día se me llevaban los goblins;
siempre sentí debilidad por las mayas y el pelo de colores de Bowie.

Hay modernos de pueblo,
devotas del Señor que dejan entrar por su puerta de atrás
y gente que sigue introduciendo el pie entre coche y andén.