martes, 11 de abril de 2017

Puré de guisantes






-" no sé. creo que he matado a un niño aquí dentro (me toco el pecho)
me duelen los pulmones, el asesinato tuvo que ser ahí dentro,
mi cerebro está hinchado como el mar tras la tormenta".
Javi López-Gomis 


Siento el dolor de una soledad macerada,
babas espesas hirviendo sobre la nuca,
el sofoco de estar encerrada en mitad de una corriente de puertas abiertas.

Despierto con la piel hecha jirones.
La suciedad de las uñas mezclada con el sueño
y el deseo de encontrar mi yo de ayer todavía con vida.
Gotea ausencia que acaba congelada antes de impactar contra el suelo.

La pena te arrastra con la cabeza gacha,
en busca de tus pedazos que no hayan tocado fondo.
Pequeña, diminuta, frágil, tan insignificante que podría ser cubierta por las manos de un niño.
Ojalá ser plastilina, arcilla, para poder volver a ser moldeada por las manos de la inocencia.
Vivo al borde, como Gloria decía, aún a riesgo de acabar creciendo y caer en el vacío.

Siento como me pudro por dentro.
Me alejo como un animal herido 
y busco en la soledad un refugio en el que poder lamerme las heridas.
Aun así espero, no la salvación, nadie sujeta la mano del reo condenado a muerte.

Observo la pena que sentís por mi en vuestros ojos, impotente.
Vuestro ego de buenos samaritanos silencia vuestra vergüenza ajena propia, 
vuestro propio dolor.
Ojalá que sangrar no sea nunca la única forma de comprobar que seguimos con vida.
Ojalá nunca los golpes de otros.

Tiemblo y el mundo permanecer estático ante mi miedo.
Aún tenéis restos de barro en las manos de haber tirado la primera piedra.

domingo, 5 de marzo de 2017

UN TIRITIM TRAM, EN LA BOCA DE UNA GUITARRA FUGAZ, EY





a  Francisco José Sevilla

Paco habla de la tierra y entonces damos gracias a la pachamama.
"El tabaco, la cerveza, las aceitunas e incluso la mesa vienen de la tierra".
Fueron hoja, espiga, fruto y mineral.
Damos gracias y entonces soy tierra recogiendo vida.

Paco lee y huele a sur, a mareas.
Le crecen claveles de los ojos
y nosotros nos acercamos a recibir su néctar.
Nos ponemos románticos, poetas 
y el cielo de Lavapiés se hace más azul porque se lo ha pintado Dalí.
Paco pinta la noche de estrellas en mi brazo junto a los últimos versos de Machado,
porque no se ha ido 
pero descansa.

Paco un día encontró todos los mapas del tesoro y los guardó en su casa.
Desde entonces esconde ciudades, patios de leones, museos, seres marinos 
y vasos de agua que nunca se pone turbia porque recogen su energía.
La casa de paco sabe a comida recién hecha de Javi, 
a verduras y nueces,
a cerveza fría que ha puesto a reflejar en la luz.

Entramos sucios un día de la semana cualquiera,
adheridos a la capa de contaminación que esconde Madrid 
y Paco nos llueve limpiándonos  el asfalto a abrazos y besos.
Y pienso que es maestro, amigo, familia, perdón y salvavidas.

Le pregunto por el amor y si es posible querer a varias personas por igual.
El amor es importante, lo que nos conecta a todos,
los que aman tienen una casa en el mundo y los que no quieren tienen otra.
Que el sexo, que el amor, que el sexo y el amor.
Ser los primeros en saber que nos hemos enamorado.
Que lo malo es no querer.
Que no se puede hablar de porno a la sombra. 

Y así pasa el tiempo, porque Paco deja pasar a todo el mundo.
Los vasos siempre llenos.
Gritamos ¡SALUD!, bailamos, nos besamos;
porque ya dije que a veces el amor es tan grande que se hace beso para nacer.
Nos ponemos bellos y bellas,
porque lo que es seguro es que estando Paco Sevilla cerca, nadie puede ponerse triste.

martes, 28 de febrero de 2017

Monólogo nº : a vosotros qué más os da





Tuve que visitar palacios para entender
que los reyes no importan
allí donde manda el amor.

-Capitán, Niño de madera, Quijote, él.


Lo siento por ponernos a prueba,
pero es la única forma de saber si aún siguen ganando los buenos.
A veces me preguntan si te quiero y no sé qué decir.
No porque no lo tenga claro, sino porque aún no he encontrado el verbo que aniquile al resto.
Necesito una palabra que sea declarada peligro nacional.
"Te quiero" lo dejé muchos meses atrás.

Te observo a través de la circunferencia del vaso de cerveza.
Geométrico, disuelto entre burbujas.
Entonces me causan una pena terrible los 7 planetas de la NASA
y todos aquellos inconscientes de la verdadera vida que orbita alrededor de los que queremos.

A veces confundimos al sueño,
se acuesta agotado sin saber dónde acaba tu respiración y empieza la mía.
Mientras tus manos incansables me hurgan el pelo, despacio...
con el mismo entusiasmo como en el que sujetas los libros que te dejo.
Como si mi cabeza fuera una de esas grandes estanterías de las bibliotecas
y tú, el encargado de seleccionar y organizar cada una de las historias que me van a tocar vivir esa noche.
Duerme tranquilo, a tus espaldas me afilo los huesos de las costillas para asustar a tus enemigos.

Eres todo el agua que necesitaba para dejarme llevar, para obligarme a curar.
Un mar lleno de orillas.
Quiero que me acerques a tu oído,
como hacemos con las caracolas de pequeños
y decirte que va a dar miedo,
pero que he encontrado el lugar en el que me quiero quedar
y que ese lugar ha resultado ser una persona.

Salivo a la misma intensidad que con cualquier poema de Lorca.
¿Qué puedo decir?
Ya sabes que mil veces me mojaría las manos de sangre y me las lamería con la lengua.


jueves, 23 de febrero de 2017

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La vida nos obliga constantemente a decir adiós,
a veces de seguido.
No es que nos acabemos acostumbrando a ello,
pero sí se acaba haciendo más fácil.

Hay gente que se va sin que lo notes
y otros no obstante, que prefieren hacerlo por la puerta grande.
Luego están aquellos que no se han ido,
pero cuesta recordar la última vez que los sentiste cerca.

El miedo es el Donald Trump de los sentimientos.
Y permitidme la redundancia, pero el miedo...da miedo.
Imaginad la de gente que dejaría de fumar si en las cajetillas pusiera: "El tabaco puede provocar miedo, por su salud física y mental (y la de los que le rodean), deje de fumar". Un niño diciéndole a su madre que por favor mire si hay miedo dentro del armario o debajo de la cama. O peor aún, dejar de mirar a los que quieres de frente porque: "perdón, creo que me ha entrado miedo en el ojo".
Muros, muros, muros...
que pagamos cada uno de nosotros,
porque nos sabe a poco cargar a plazos con nuestros complejos.
Como si no hubiera ya demasiadas d(e)udas pendientes.

 No sé cómo hemos permitido que pasara.
En qué momento comenzamos a hacer un drama mayor por perder una cartera o un móvil
que por perder a una persona.

Me pregunto para cuántas personas soy un recuerdo.

Qué tipo de recuerdo soy para ellas.
Si alguna vez han tenido mi nombre en la punta de la lengua.
Quién pregunta por mí, por nosotros.
Cuánto tiempo hemos olvidado.
Olvidar nos hace perder tiempo, literalmente;
perdemos horas, caricias y daños de una vida ya pasada.

 ¿Creéis que los nosotros de los recuerdos se embobarán pensando en nosotros también?.
Puede que eso fuera lo que pasaba cuando de niños nos parábamos a pensar qué íbamos a ser de mayor.

Siempre que alguien os diga "adiós" con la mano
imaginad que está aplaudiendo en lenguaje de signos.
Así en lugar de una despedida
parece que esté celebrando el tiempo que habéis pasado juntos.

No me corresponde olvidar porqué vine a escribir esto.
El insomnio es protector con sus recuerdos.
Por eso nos acordamos de las noches que pasamos sin dormir,
pero no de lo que hemos soñado durmiendo.

lunes, 23 de enero de 2017

ATELOFOBIA





*O el miedo atroz a no ser suficiente.*





Decir "te quiero" es inútil, 
de la misma manera en la que decir "puedo volar"
no significa que realmente puedas hacerlo.

Puede que tenga el esqueleto hecho de barro,
puede que finalmente haya sido tan perra que tenga coledocitis.
Jodeos, los de letras también sabemos buscar enfermedades en Google.

También sé que a veces vomito
y luego juego a las tabas con los huesos de mi niña interior;
y con los de la tuya.
Y lloro, lloro el 70% del agua,
para que nunca tengas que pronunciar la palabra "resaca",
para que nunca te hagan llorar un desierto.
Me descompongo en pequeños pedazos de asco y nadie se atreve a sujetarme el pelo.

Podemos jugar a ver quién se ríe antes
pero me parece una lástima desperdiciar unos ojos tan tristes.

Cuando era pequeño casi me arranco la lengua de un mordisco,
si no me envenené fue solo porque todavía no sabía hablar.
A veces beso las rodillas con rasguños de mi niña interior
y luego ella me besa todas las heridas que solo se ven por dentro.
Dice que así aprendió a contar.

Considero una catástrofe natural que tu grupo favorito no escriba sus letras.
Me hacen gracia las novias que lloran
y me parece que follar conlleva lo mismo que alimentar un animal con las manos.

Es absurdo creer en lo que no nos destruye.
No hay más Dios que en las guerras que se inician en su nombre.
Por eso a veces no me fío,
porque tienen cara de querer inmolarse en mi nombre;
y soy tan humana que la onda expansiva nos acabaría llevando a los dos por delante.

Voy a mantenerme viva solo por joder.

No soy un salvavidas.
¿No veis que hago aguas por todos los lados?
Soy la pesadilla de los ahogados.
No estoy aquí para besaros las heridas que os hayan hecho los demás.
No es vuestro derecho divino.
Que estoy llena de llagas
y me preocupa que las confundáis con entradas y no con salidas de emergencia.
Que no puedo, que aún tengo la boca cosida de cicatrices de la última vez.

Aunque héroes también son aquellos que aún acordándose de las cicatrices se vuelven a enamorar.

Ingenua de mí por pensar que el mundo no era el aborto de un dios loco.
Desde que nací he querido ser yo,
pero todavía no lo he conseguido.

Aún no he encontrado respuestas,
pero ya no me importa.
Cualquier dirección es posible si me protegen las espaldas y la sonrisa.

Aún me duele, 
pero he dejado de herirme a mí misma.
Porque daño es que él piense que quizá se lo haría.

Aún huyo,
pero ya no hago rehenes.
Mírame a los ojos y ten el valor de sonreírle a la pena.


lunes, 7 de noviembre de 2016

Ese "ya está" me vale como eternidad




He soñado que me ahogaba.
Nadaba en círculos mientras mis lágrimas me llenaban la boca volviendo al ciclo del agua.
Ya nada dolía, por qué debería escocer si la sal no está obligada a curar las heridas que no nos ha hecho.

Al otro lado una niña le tira del abrigo a su padre y me señala con el dedo.
Me hundo y las risas tontas de la gente se convierten en ecos contra el cristal del tanque,
contentos de ver el último truco que tanto me ha costado aprender: hacerme la muerta.

No somos público, somos personas.
En el nosotros hay oculto un ellos.
Podemos ser un tú y un yo pero el objetivo es ser un nosotros.
Tú y yo no pueden ir nunca por su cuenta, en ese ellos está el egoísmo.
El océano, el océano inmenso que es un todo.
El océano que se hace pequeño y humilde, que se hace ola para llegar, para ser un nosotros.
Se lo dije, se lo dije en aquel beso.
Tanto amor condenado a no nacer que se hizo pequeño para acabar haciéndolo, que se hizo beso, que se hizo ola...
y nos trago cuando empezaron a sangrarnos las encías por masticar la culpa.

Ahora me escupe y yo escupo espinas,
porque el daño viene de fuera pero el dolor sale de dentro.
Tengo la boca cosida a cicatrices.

¿Veis este mordisco de aqui? Es la niña perdida cansada de seguir descansando.
Abre las fauces, tira con las manos de la piel hacia dentro y llora la sequía del próximo verano;
y la del anterior.

Frágil.
Espuma de mar y de rabia.
Aún no estoy muerta y alguien me cierra los ojos.
En la oscuridad sus gritos se convierten en ecos contra el cristal del tanque,
siguen riendo... aún no estoy muerta y las hienas ya se reparten los restos.

No somos público, somos personas
y aun así siempre estamos dispuestos a sacrificar a uno de los nuestros.




martes, 25 de octubre de 2016

Keep bleeding love




Señoras y señoritas, les traigo el secreto mejor guardado de la humanidad; y no, no me refiero a la fórmula de la Coca-Cola o a la edad real de Ana Obregón. Es algo que va más allá, un secreto posiblemente sólo conocido por la KGB y que jamás ha traspasado las paredes del Despacho Oval: EL PERIODO DE LA MUJER. ¿Creéis que es broma? Pensadlo por un momento,al precio al que están los tampones y las compresas es posible que lo que desprenden nuestros úteros no sea el endometrio, sino maná caído del mismísimo cielo.

Os pongo en situación, hoy he tenido que salir de la universidad en busca de tampones. Nunca me había parado realmente a pensar en el precio, prácticamente se había convertido en un reflejo automático al principio de cada mes, hasta hoy. Cuál ha sido mi sorpresa al darme cuenta de que podía cubrir mis "necesidades femeninas" por los pelos con 10 euros. ¡Con diez euros! con ese dinero puedo fumar durante dos semanas, más allá, con esos 10 euros puedes apadrinar a un niño de Mosul; de verdad os lo digo, preguntárselo a los chalecos verdes de ACNUR. Lo que estoy diciendo, es que si no tienes al menos 10 euros no puedes cubrir una necesidad mensual, que es prácticamente más bien una obligación. ¡La regla es un bien de lujo y nosotras sin saberlo!

Iba yo pensado en lo duro que es tener la regla a final de mes y en que la independencia económica y la menopausia deberían ir de la mano, cuando en otro estante me encuentro con otra sorpresa: hay paquetes de preservativos que cuestan la mitad que un jodido paquete de tampax. Vamos, que lo caro es tener vagina. ¿Cómo puede ser más barato un producto que siendo muy (y repito: MUY) optimistas ellos van a usar una vez al mes, frente a otro que nosotras necesitamos al menos 4 o 5 días a la semana mensualmente?

Quiero que me cobren las compresas a precio de hombre. En serio, alguna organización feminista debería convertirlo en su eslogan. Con el dinero que nos ahorraríamos durante toda una vida sin menstruación a los 50 años podríamos cenar todas las noches caviar, todas juntas con ese dinero podríamos pagarle los estudios a un equipo de fútbol. No lo hagáis por nosotras, hacedlo por Sergio Ramos. Igual así funciona...

Claro que, bien meditado, hoy en día no pagamos por un simple tampón o una simple compresa. No, estamos pagando por marcas. Marcas que crean compresas "cotton like", que te aseguran que si vas caminando por la calle un día de lluvia, tu compresa no va a encoger hasta el tamaño de un disco de desmaquillante. Tampones que prometen verdaderas gymkanas y aventuras paradisiacas inolvidables, aunque no te hayas movido del sofá de tu casa en tu puta vida. Compresas que te permiten hacer el pino o esconder toda una familia de arenques entre tus bragas, sin que vayas a tener una sola pérdida o dejes de oler como una mujer se supone que debe de oler. María Valverde ahórrate el cuento y el contoneo en la playa, yo lo que quiero es ver a un chica retorciéndose de dolor y comiéndose hasta el queso con moho de la nevera si con eso me aseguro un precio más barato, más real.

Hasta aquí el primer día de regla de este mes, no os seguiré manteniendo informados. Y recordad, quien tiene un tampón tiene un tesoro.