lunes, 17 de marzo de 2014

Te defendería de los gigantes aunque yo solo viese molinos


Fumaba.
Fumaba desnuda a contraluz en tu ventana y te juro que nunca una mirada me ha vestido tanto.

Apretaba los dientes contra el labio, generaba vapor,
y mis manos se hicieron pájaro enjaulado reclamando tu libertad.

``Trátame bien o corres el riesgo de que me enamore'' -te dije.
Minutos más tarde estábamos corriéndonos los dos.

Quise bailar hardcore con tacones;  al fin y al cabo de algo hay que morir.
Vacié mi boca de promesas en tu oído; cerveza en mano.
Buscando un equilibrio entre las mentiras y lo que estaba a punto de hacerte.

Por favor, dejad de confundir las pajas con caricias.

Buscadme bailando con el guapo de turno, fumando en algún portal o presumiendo de heridas y tatuajes.He visto demasiadas películas porno como para tener realmente vergüenza.

El otro día se me olvidó el sujetador y me acordé de tu risa de niño cuando el que me lo desabrochaba eras tú . Así que decidí dar por inaugurada la primavera.

Qué bonita parece la vida después de un ``¡me voy!'';
en las bodas más que en la salud y la enfermedad el cura debería preguntar ¿en tus suspiros y sus gemidos? .Follar en una limusina blanca y que le jodan al futuro.

Tengo más vidas en el Candy Crush que a veces ganas de vivir la mía.
Pero mientras haya cuartos con vinilos y pósteres de Pulp Fiction siempre habrá un sitio al que llamar hogar.

Os empeñáis tanto por molar que os merecéis un tiro en la cabeza.
Si nos diéramos todos la manita haríamos una fila preciosa de gilipollas;
y cómo se reiría el Mundo entonces de nosotros.

Voy a ir por la calle mirando con cara de zorra melancólica a la gente.
A ver si a algún pervertido le da por bajarme las bragas en su imaginación y le jodo la vida.

Cogedme cariño entre paciencia y asco.
Que yo también tengo derecho a un paracaídas.

Hace tiempo que ya no puedo usar la pubertad como excusa,
pero me quedan un par de sonrisas (aunque sean las suyas) y algún que otro orgasmo en la recámara.

Por una vez, que sea el exilio el que siga nuestros pasos...

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