viernes, 30 de noviembre de 2012

PAIN WITHOUT LOVE


                                             

Vivimos en la sociedad de los corazones rotos,de la desilusión y el desengaño; una sociedad en la que las muestras de amor en público están mal vistas, una sociedad de polvos de una noche, de rupturas por engaño, de lagrimas de borrachera y de intolerancia contra aquello que no entendemos.

¿Las razones? Sencillo, la palabra amor se a convertido en un eufemismo de sexo, en un burdo camuflaje de la realidad, en una aspirina contra la soledad.Pero a pesar de todo ello hay gente que sigue   buscando ese momento de película, y en mi opinión es ahí mismo donde reside el problema de todo, en la búsqueda del momento prefecto ,del amor incondicional.¿El problema? que esto es el mundo real, que aquí ni parece que va a llover, ni se esta a tres metros sobre el cielo, ni te chillan los buenos días por megáfono, para nada, la galantería y el romanticismo ya son de otra época.La gente va por ahí vomitando, escupiendo los te quiero, como una especie de mantra, un pasaporte para el placer carnal y visceral. 

No se vosotros, pero yo cuando quiero de verdad a una persona no puedo evitar  pensar quién desfiló por su cama antes que yo,quién se infiltró entre sus sabanas por puro placer y quién recibió sus besos más fogosos en la frías tardes de invierno antes de que estuviera yo.Por favor, no vayáis a pensar que hablo de celos,porque en mi opinión el amor es eso, pura y mera curiosidad por la otra persona, sin edulcorantes, enamorándote de los defectos y manías que al fin y al cabo son los que hacen a la persona.Si hubo alguien que se oculto en el hueco de su clavícula y jugo con su pelo cuando aún dormía.Si alguien disfrutó de su olor y sintió las mismas oleadas de calor y admiración que yo siento al enredarme en sus abrazos.

Pero, por qué engañarnos,realmente preferiríamos que antes de nosotros no hubiera a quien le dijera o le hubiese hecho sentir todo lo que te dice o te hace sentir a ti.


Y por eso ,por todo lo que conlleva querer, por todo lo que te hace sentir, esa confusión y todos esos sentimientos mezclados por una sola persona, me putea enormemente que un te quiero se traduzca en una muesca más en el cabecero de algún sucio bastardo sin corazón.

1 comentario:

  1. Que razón tienes, Smurf. Se nos olvida tan a menudo que en el amor hay que jugarse el alma. Que el enamoramiento es fiesta alegre, pero de corto recorrido, a diferencia del amor, que nace para durar eternamente -aunque pueda acabar-. Tengo ya años, Smurf, y te diré que desde siempre goce en la carne cuando goce en el corazón. Fueron pocas veces, es verdad, pero siempre con la misma intensidad. Y ahora, tarde quizá, he conocido la fuerza del Cielo en la tierra. Metida una mujer en mis venas con el daño de una lagrima en niño que viera morir a su madre. Y un día, amaneció más invierno que el invierno, y como en otro de tus escritos, Smurf has puesto en boca de tu heroína, dijo que oía el amor, pero no lo veía, no lo sentía. Y marcho con otro hombre a recorrer el presente, sin idea de mañana. Por eso te pedí, tú que tan bien escribes, continuaras ese momento como la marea cantábrica, que sabe donde debe volver.

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