Y nace cada día la Primavera en su presencia
Protegen sus oscuras cejas parpados en flor
que abrazan los profundos azabaches que crean sus recuerdos
Marchitan las flores presuntuosas ante su sencilla gracia
y su risa hecha de pedazos de los latidos de su corazón
pues todo resulta vulgar ante su presencia.
Resplandeciente lámpara de carne
resignada al mortal invierno del Mundo
valiente, levanta la cabeza y deja que su castaña melena luche contra el viento
Y tras el silencio inmóvil de sus pestañas
murmura el ondulante brillo de sus pupilas
al que todos los astros se acercan a morir
Perdura su sonrisa como murmullo de la eternidad
convirtiéndola sin saberlo en la reina de los infinitos encadenados
Sin ella, el Sol perdería su color
y los colores carentes de alegría
acabarían marchitándose
Juegas con las palabras como niños con conchas en cualquier playa del norte. Facilidad, sencillez. Imagen pura de belleza. Tu facilidad para no decir, y dejar que los demas imaginemos es asombrosa. Leere todos tus escritos de este blog, y sera placer comentarlos.
ResponderEliminar